Consejos para cuidar la salud bucodental durante el verano

Cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar cepillos interdentales o hilo claves para prevenir patologías dentales

La llegada del verano suele traer consigo cambios en las rutinas que pueden afectar a la salud bucodental. Durante esta estación se consumen con mayor frecuencia bebidas carbonatadas y helados, alimentos que están compuestos en su mayoría por azúcar, lo cual daña los dientes y prolifera la aparición de caries, problemas de encías o dientes sensibles.

Según datos del último Estudio Sanitas de Salud Bucodental, el 15% de los españoles ha visitado el dentista durante el último año debido a problemas de caries, mientras que el 10% ha asistido por problemas de encías y el 8% por dientes sensibles.

“Los alimentos azucarados y ricos en grasas trans, al igual que no son recomendables para la salud general, tampoco lo son para la salud oral. La ingesta excesiva de azúcar tiene una relación directa en la aparición de caries, mientras que las dietas ricas en alimentos procesados con grasas trans pueden desencadenar enfermedades inflamatorias como la periodontitis”, explica Manuela Escorial, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental.

Mantener un buen cuidado bucodental es especialmente importante en esta época y, por ello, Sanitas Dental ha elaborado un Ebook con consejos útiles para tener una sonrisa a punto para el verano:

Cepillarse los dientes durante al menos dos minutos. Lo ideal es realizarlo después de cada comida, sin olvidar la parte de la lengua y los espacios entre los dientes. Para ello, los cepillos interdentales son una muy buena opción, al igual que el hilo o la seda dental. Por último, es recomendable enjuagarse utilizando colutorio como complemento al cepillado.

Utilizar un cepillo de dientes adecuado. En función de las patologías previas y del estado de la salud bucodental, cada persona necesita un cepillo distinto. Aunque existen cepillos de cerdas duras, aquellos de cerdas medias y suaves son los más recomendables para evitar daños en las encías, sobre todo para quienes ejercen demasiada presión en el cepillado.

Cepillarse los dientes al menos dos veces al día. El cepillado nocturno es el más importante y es al que hay que dedicarle más tiempo ya que durante la noche las bacterias permanecen más tiempo en la boca.

Llevar un kit dental para facilitar el cepillado. Cuando se va de viaje suele ser muy útil disponer de un pequeño neceser con todos los elementos para poder utilizarlo en cualquier circunstancia.

Por otro lado, existen varios alimentos refrescantes y sabrosos recogidos también en el libro electrónico de Sanitas que ayudan a cuidar la salud bucal, como, por ejemplo:

–        Manzanas: ayudan en la limpieza, estimulan la salivación y protegen el esmalte.

–        Melón o sandía: estas frutas son ricas en vitamina A y C, que ayudan a fortalecer las defensas naturales del cuerpo. También contienen minerales como el potasio que facilita la absorción de nutrientes.

–        Pescados blancos: carecen de pigmentos por lo que no manchan los dientes y previenen de úlceras en la boca.

–        Pimientos rojos: protegen los tejidos de la cavidad bucal gracias su elevado porcentaje de vitamina C.

–        Pipas de calabaza: contienen propiedades antiinflamatorias que defienden a las encías de posibles infecciones.

–        Quesos frescos: aportan gran cantidad de calcio que repara el esmalte dental y evita que los dientes se desgasten.

–        Tés helados: posee polifenoles que actúan como agente antibacteriano, además de flúor que fortalece el esmalte.

–        Zanahorias: comerlas crudas disminuye el riesgo de manchas en los dientes y, al igual que los tés, aportan flúor que refuerza el esmalte.

En último lugar, los expertos inciden en limitar al máximo posible las bebidas azucaradas, carbonatadas y alcohólicas y controlar el consumo de alimentos fríos para prevenir patologías dentales durante el verano.

Puedes descargarte el ebook en el siguiente enlace.

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